domingo, 3 de junio de 2012

CRONICA DEL SOPLAO 2012

Hay días en los que todo sale torcido, éste es sin duda, el día que más y durante más tiempo he sufrido en mi vida, también te das cuenta que con fuerza de voluntad, sacrificio y el apoyo de los amigos puedes hacer cualquier cosa.
Tengo una cosa muy clara de este Soplao, si no es por mi amigo Juanjo jamás hubiera acabado, él me ha esperado, me ha dado ánimos, ha tirado de mí en el plano cuando soplaba viento de cara, me ha hecho las tres subidas a las Colladas poniendo el ritmo que mejor me iba y lo ha hecho de corazón, sabiendo que iba a estar encima de la bici dos horas más de lo que hubiera estado si hubiese ido a su ritmo, ¡¡¡¡Muchas Gracias Juanjo!!!!.
Como de costumbre el despertador a las 5:45, plato de pasta con chorrito de aceite de oliva, reviso todo lo que tengo que llevar y en marcha. A las 6:30 he quedado con Juanjo, le paso a buscar y cogemos camino de Cabezón de la Sal, el día está nublado, feo, con mucho calor, 24ºC y muchas posibilidades de lluvia. Llegando a Cabezón empieza a llover suave, rezamos para que pare y eso ocurre ya colocados en la salida.
Mucha tensión, la gente nerviosa, nosotros pasamos un poco para adelante y nos encontramos con Borja, quiere salir bien colocado con la esperanza de hacer un buen tiempo, cuando dan la salida no le volvemos a ver.
Los compañeros de equipo Juanma, Pedrín, Iker, Hugo y César se colocan delante, intentarán ir con el grupo de los gallos todo lo que puedan, al final consiguieron buenos puestos, Juanma (41), Iker (54), Hugo (68), César (103), Pedrín (304) y yo (516). Juanjo y yo estamos más atrás, queremos salir más tranquilos para ir guardando fuerzas para la parte final, aunque en mi caso servirá de poco.
Suena Thunderstruck, AC/DC a tope para motivar aún más si cabe a todos los participantes. Salimos rápido como siempre y cogemos carretera de Mazcuerras, a diferencia del año pasado la carrera va neutralizada toda la vuelta al valle, hay pasos estrechos en los que se forman embudos, frenazos, acelerones, hay que estar muy atento para evitar una caída, la gente pasa por todos lados, incluso por la acera, el peligro es constante hasta que llegamos de nuevo a Cabezón de la Sal y el coche que está delante deja a la gente correr a su ritmo.
Primera dificultad montañosa, La Hayuela (3ª), subimos despacio pero las sensaciones en esta primera ascensión no son buenas. Coronamos, bajamos muy rápido en un grupito bastante grande, se pueden ver varias caídas con gente muy tocada en las cunetas, eso te hace tener aún más cuidado, rodeamos Comillas y seguimos por la carretera de la costa hasta San Vicente. Este tramo es una auténtica montaña rusa, todo son repechos bastante duros y no hay ningún tramo plano. Pasamos por San Vicente y empezamos a subir el repecho que hay a la salida del pueblo, el grupito en el que voy va muy rápido para mí y decido quedarme para no gastar más de la cuenta, cuando llego a la parte alta del repecho me coge otro grupo por detrás, Juanjo que va por delante se deja caer para ir conmigo y le toca tirar un rato hasta llegar a repecho de Pechón. Aquí las cosas se vuelven a poner algo feas, me doy cuenta de que no voy muy fino y lo paso mal para no quedarme del grupo, por detrás la gente viene muy fuerte y formamos una grupeta bastante grande, iremos juntos hasta el cruce de Abanillas. Este tramo pica para arriba y me vuelvo a quedar del grupo, tengo las piernas como plastilina y un nudo en el estómago que no me deja forzar.
Llego como puedo a la segunda dificultad montañosa del día, Bielva (3ª), no me esperaba una subida tan larga, es muy tendido pero se hace duro, en un tramo de la subida se me pone a la par el coche médico y me pregunta si estoy bien, si necesito algo, yo les pido que me llenen la ponchera, me imagino que muy mal me vieron para preguntarme qué tal iba……jajajajaaa. Juanjo va por delante, quiere subir a su ritmo y me dice que me espera en la bajada, subo como puedo corono y desciendo, me acoplo a otro grupo, cogemos a Juanjo y juntos hasta Puentenansa. Son la 11:00 de la mañana, el calor y la humedad en el ambiente son insoportables, llevo más de dos horas sudando sin parar y me encuentro bastante débil. En Puentenansa paramos en el avituallamiento, un trozo de naranja, un acuarius, y un sándwich para empezar la tercera subida del día.
Empezamos la subida a Piedrasluengas (1ª), el primer tramo no es muy duro, estamos en un grupo bastante numeroso y subimos a buen ritmo, cogemos a gente y grupos por delante hasta que llegamos a La Lastra, aquí empieza el tramo del Embalse de La Cohilla, quizá los 3 Km más duros de todo el Soplao 2012. Se nota la dureza, la gente empieza a descolgarse, unos van mejor y tiran para adelante, por ejemplo Juanjo, otros acusan el esfuerzo y se quedan, yo subo como puedo con el 39x25, sufro lo indecible en las rampas duras del 10%, intento no perder tiempo con la gente del grupo, consigo coronar en la presa y llego a los 3 Km de descanso de La Laguna bastante vacio. Intento recuperarme, como, bebo, hablo con Juanjo, le digo que he gastado mucho en La Cohilla y que no me quedan muchas fuerzas para los últimos 12 Km del puerto. Sigo ascendiendo pero soy un “cadáver”, no puedo ir más deprisa de 16 Km/h en un puerto que se sube sobre 20 Km/h, me adelantan hasta los caracoles, Juanjo va conmigo, me da ánimos, me habla y me hace la subida más llevadera, aquí tengo el primer momento de debilidad psicológica, ¡¡¡estoy pensando en abandonar!!! y todavía quedan 100 Km a meta…..En la parte alta del puerto hay otro avituallamiento, paramos, comemos, bebemos, recuperamos y cuando vemos gente que desciende nos vamos con ellos. El descenso es larguísimo, prácticamente nos dejamos caer, sin dar pedales en los primeros 15 Km, a partir de Pesaguero la cosa cambia, hay que pedalear y además entra viento de cara. No sé exactamente cuántos éramos en el grupo, yo creo que de 6 a 8 ciclistas, sólo Juanjo y otro dan relevos, así hasta que llegamos a Ojedo, aquí el viento aumenta su intensidad, el cielo está nublado y parece que va a llover. Bajando hacia el Desfiladero de La Hermida el otro ciclista que daba relevos se va por delante, Juanjo y otro chico, con un maillot de Teka, nos llevan en volandas hasta La Hermida, aquí empieza uno de los problemas más graves que he tenido, mi vieja lesión de rodilla me saludó con ese dolor agudo que se acentúa más con el tiempo, cuando empieza siempre va a más y nunca a menos así que rezo, he ido siempre a rueda guardando, intentando recuperar algo, pero con la rodilla tocada no sé si seré capaz de llegar a meta.
Empezamos la cuarta ascensión del día, El Collado de Hoz (2ª), son 10,5 Km bastante duros, los empezamos a subir con 170 Km en las piernas, del grupito que íbamos yo soy el primero en quedarse, Juanjo lo hace conmigo nuevamente, subo solo los primeros 5 Km hasta Linares, aquí hay un descansillo para recuperar, pero voy tan fundido que no recupero, cuando se acaba le digo a Juanjo que se ponga delante y que me marque un ritmo a ¡¡¡10 Km/h!!!, él lo hace como buen gregario, es muy listo, me va subiendo la velocidad hasta 12 Km/h, a rueda voy más rápido y consigo coronar mejor de lo previsto, en el descenso comemos, bebemos y nos damos ánimos, sobre todo él a mí, aunque también le duelen las rodillas y la espalda.
En Lamasón empieza la quinta ascensión del día, El Collado de Ozalba, se supone que es un puerto no muy exigente pero con 190 Km el las piernas cualquier cosa es exigente. Utilizamos la misma técnica que en Hoz, Juanjo marca un ritmo muy cómodo para mí, sin duda es el puerto que mejor subo. Coronamos y descendemos hasta Puentenansa, paramos en el avituallamiento para coger agua y seguir, ya solo quedan 28 Km para llegar a meta. De Puentenansa a Carmona vamos con un chico de Ávila, muy agradable que va hablando con Juanjo.
Empezamos a subir el último puerto, La Collada de Carmona (2ª), subo con lo que me queda, voy muy tocado, la rodilla me duele a rabiar, sigo sudando como un perro pero ya sé que si consigo coronar llegaré a meta. En la subida mucha gente animando, sobre la mitad esta nuestro amigo Fran, me da ánimos, me pregunta si necesito algo, esto se agradece con 213 Km, pero ya no necesito nada, ¡¡Gracias Fran!!. Coronamos y nos tiramos rápido hacia Valle de Cabuérniga.
En Valle cogemos carretera Cabezón de la Sal, sólo quedan 12 Km llanos, lo único plano que hay en todo el Soplao. Cuando nos disponemos a volver tranquilos un grupo de unos 6, (que van con tutús, que me habían adelantado subiendo Piedrasluengas y que no sé donde los volví a pasar) nos adelantan y empezamos a rodar entre 45 y 50 Km/h, yo pensaba que iba a destrozar la rodilla rodando con el 52x15 pero para mi sorpresa ese fue el tramo que no me dolió, me encontré muy bien rodando tan rápido, cogíamos a todo el mundo por delante, en este grupo daban relevos los de los tutús, el chico de Ávila, que llevaba manillar de triatlon y una chica que rodaba muy bien. Vamos tan rápido que se nos pone una moto de la Guardia Civil delante para abrirnos paso, llegamos a Cabezón en un “pis-pas”, parece un final de etapa del Giro, con esos finales tan estrechos de los pueblos italianos, al final he conseguido disfrutar aunque sólo sean 20 minutos……jajajajajaja.
En meta 9:14:09, un tiempo realmente malo, esperaba bajar de 9 horas, pero analizando todo el día, con dolor de estomago a principio, las piernas como plastilina en el tramo de Bielva, el calor de Piedrasluengas y la rodilla en las Colladas puedo estar contento de haber acabado.
¡¡¡El año que viene vuelvo!!!.


Crónica de nuestro compañero Joaquín .